Va a ser simple:
voy a arrancarme el corazón.
Sí, con las uñas,
los dedos.
Si se pudiera con los dientes,
lo haría.
Sería mucho más fácil.
Los dientes para eso sirven,
para morder y arrancar cosas.
Media vez el corazón estuviera afuera,
quizás algo en él empezara a germinar.
De un corazón arrancado
pueden salir muchas cosas:
hormigas,
arroz,
alguna que otra piedra,
un suspiro,
un acorde…
¿sangre?
No.
1 comentario:
Luego decís que YO pongo cosas raras en el blog. Jajaja...
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