Abril es suave, con manos antiguas, con grandes sombreros de flores con estatuas. Abril es dulce y hasta hermosa, pese a sus dientes muy pequeños y separados, a sus párpados pálidos. Suele tener las manos manchadas de moho de sus cultivos. Los cultiva en grandes botes de cristal. Se llaman Alejo, Sergio y Eduardo.
Alejo tiene una rosa en una jaula, a la cual dá lecciones para que sea lo más parecida posible a un canario, pues piensa que cuando la rosa cante le dará mucho dinero en el circo. Como la rosa suele ofrecer resitencia, Alejo saca su pistola y le dispara.
Sergio es más romántico. Vive del recuerdo de una postal amarillenta de una mariposa disecada.
Eduardo tiene una colección de ríos en una cajita de cerillas.
Cree todas las mañanas en la existencia de Australia.
Pero cuando llega el anochecer, y el cielo más azul que el licor de los nenúfares emborracha las ventanas de la casa, Abril cierra puertas, ventanas y resquicios, y apaga la luz. De este modo los mata cada noche.
1 comentario:
uh! se me tensaron todos los músculos de la cara al ver tan impactante cambio en La No-Tierra, sabes?
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