-Los espaguetis tienen jamón.
-Johanna, ¿Qué palabra bonita te dijo Ariel?
-Ovoictolacteovegetarianismo, mamá.
-Gloria, ¿Y vos ya comés jamón?
-No, pero me dio pereza sacarlo.
-No te va a pasar nada.
-Sólo me van a quedar residuos energéticos no deseados. Es una cuestión de vibraciones.
(Todas se retiran de la mesa, menos Rolf, Atilio y Tito. Rolf agarra la miel de remolacha, la mira fijamente por sobre sus lentes. Atilio y Tito oscilan desesperadamente sobre una silla única)
-…” Zuckerrübensyrup”… he aquí la exageración de los alemanes... “hecha de las mejores remolachas”... “Punktgenau”... bien dosificada. Un punto de miel basta, no como vos lo hacés, Johi (hace movimiento de espiral con la mano), eso es demasiado.
-Gloria, ¿Esas gallinas son otras?
-No, es que eran negras, pero mi mamá las pintó.
-Es que estaban oxidadas. Y el óxido es malo para el Feng Shui de la casa. Es una cuestión de energía. Son energía de entropía. Niños, ¿Se saben otra palabra para entropía?
-Estoy pensando.
-Disolución, degeneración…
-Degeneración no, porque no necesariamente se degenera.
-Yo ya no hablo de eso, porque la vez pasada me regañó la Johanna por estar diciendo que todo se arruina. ¿Y al final hiciste queso, Tito?
-Técnicamente no, porque no le puse las gotitas de pasteurizar.
-Ah entonces si no le echaste se hizo una cuajada sufrida y tuviste que agarrarla así (gesto con las manos).
-Pero no, guacala, es blanca.
-¿Quieren postre de coco?
-Atilio no quiere, porque es blanco.
-No, no, si quiero.
-Es que a él le dan asco las cosas blancas líquidas y aguaditas.
-Es de coco. Producto nacional, ¿Verdad? Tus cocos siempre crecen con amor, Gloria.
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