jueves, 19 de noviembre de 2009

Sobre morir

He dejado la costumbre de imaginarme las potenciales formas de morir que pudieran darse en cada situación que se dé durante el día. Por ahora, solo quedan tres o cuatro opciones recurrentes:

1. Que, por algún motivo, a algún transeúnte aleatorio se le ocurra empujarme de la acera y me aplaste un conductor que vaya a velocidades exageradamente ilegales.

2. Que, de repente, me encuentre en medio de un tiroteo callejero entre turcos y alemanes desempleados y alguno me dispare sin querer.

3. Que, cuando esté a medio abrir la puerta del edificio, me sorprenda un latino armado con un grifo de ducha.

4. Hoy en específico: que la señora que está subiendo las gradas adelante mío me de un SEVERENDO PENCAZO en la cara con esa bolsa gigante del Kaisers que lleva en la mano derecha.

1 comentario:

Raúl Marín dijo...

Jajajaja. Y no hay sub-opciones? :)