sábado, 27 de noviembre de 2010

Yann Tiersen, München 2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

En los meses posteriores a bebé rocamadour solía pasarme algo extraño: no podía sacarme esa canción de la cabeza. Me levantaba, acostaba y soñaba pensando en la canción. En los momentos de mayor estrés se acentuaba la última parte y sentía como si se estuvieran haciendo pequeños tajos de mi cerebro.