martes, 21 de septiembre de 2010

Abejas

Cuando la temperatura exterior es inferior a los 14°C, la hiperactividad de la abeja no es suficiente para mantener la temperatura interna en 35°C. Para lograr esto se agrupan en el centro formando una gran bola o bolo, en donde van rotando diferentes estratos de abejas de adentro hacia afuera, manteniendo estable la temperatura del centro del nido con un consumo mínimo de alimento. Esta formación es la que se conoce como BOLO INVERNAL y es la gran adaptación que poseen para regular cambios climáticos. En zonas que presentan gran amplitud térmica, fluctúa en unos grados por debajo y por encima de la temperatura crítica (14°C), es donde es necesario mayor trabajo para lograr el mismo fin y por lo tanto consumen mayor cantidad de alimento.

Cuando la temperatura ambiental sumada al calor producido por las abejas sobrepasa la ideal, un grupo de nodrizas comienzan a batir las alas originando una corriente de aire que disminuye la temperatura interna efectuando una ventilación forzada. Si este proceso no fuera suficiente, parte de la población evacua la colmena, formando racimos delante de la piquera que se denominan comúnmente, BARBAS.



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